Sunday, January 3, 2016

Sobreviviendo con cinco niños

Primero era sólo una y una mamá primeriza tratando de organizarse. En poco tiempo eran nenas que se llevaban 15 meses. Una de ellas de alta demanda. Después era una niña de 3, una niña de 2 y llego el bebé. Seguimos creciendo y en poco tiempo era una niña de 6, una de 5, el niño de 3,  y llego otro bebé.
Finalmente crecímos mas y ahora era una niña de 9, una niña de 8, un niño de 6, un niño de 3 y llego nuestro último bebé. En medio del caos de niños y responsabilidades, sobreviví.

Sobreviví con dos menores de dos. 
Sobreviví con tres de 3 para abajo.  Sobreviví con 4,  sobreviví con 5. Sobreviví rabietas, desorden, trabajos escolares de ultima hora, desveladas, enfermedades, sobre 11 años de lactancia, pesadillas, miedos peleas de hermanos y ando sobreviviendo tres adolescencentes.

No creo me haya vuelto mas loca, bueno ya estaba bastante loca para empezar, todo lo contrario: estoy mas sensata (eso creo).

La casa no estoy tan segura que sobrevivió pero se ha mantenido ahí mas o menos. Por lo menos esta en pie que es lo que importa. 

Al principio me daba mucho estrés la casa. Ok, a quien engaño, aun me da estrés la casa. Con el tiempo aprendí- a las malas- a establecer prioridades: niños, yo, matrimonio- los tres en empate por el primer lugar, luego la casa y todo lo demás.  

 Aprendí a bajar mis mis estándares de limpieza y a considerar cierta cantidad de reguero como aceptable. 

Muchos días se pasaron en pajama y sabía usted que un sándwich con ensalada es una comida completa y nutricionalmente balanceada? El día que mi nutricionista me dijo esto para mí fue una revelación. Imaginen la nutricionista hablando y el coro de ángeles cantando aleluyas . 

Aprendí a pedir ayuda, a no ver ciertas cosas, a poner primero a los niños, mi matrimonio , a sacar tiempo para mí. 

No me limité de jugar a maquillarme con mis hijas, de hacer casas de bloques y competencias de Mario Kart.  Si me limité de pegarle manguera al techo. Si hay que planchar, no se compra.  Aprendí que un poco de polvo extra no le hace daño a nadie. 

La casa la limpias hoy de arriba abajo moviendo muebles y organizando closets y ya mañana tiene polvo de nuevo, no importa cuanto te esmeraste hoy.  En una semana o dos los closets necesitaran organizarse de nuevo.  Pero los niños van creciendo y uno lo ve lento  en el momento pero es rápido. Va volando! Esto lo aprendí a las malas. Muchas veces me dejé llevar por presiones y el estrés por la casa y así fue como esperando por "mañana" jamás jugué con la casa de Barbies que le compramos a mi niña a los 12 años. Yo le prometía que el próximo weekend, pero  eran días ocupados, había que limpiar, había que hacer cosas, había tareas y pasó que para cuando desperté, ya ella no jugaba con Barbies.
 
Mis hijos tienen ya 16, 15, 13, 10 y 7.  En menos de dos años mi bebé mayor va a la universidad. Creció mientras pestañeaba, sin embargo la casa pues sigue ahí, igual que siempre, cogiendo polvo por mas que limpio.


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